“Iruña-Veleiako sententzia”, Tomas Elortza Ugarte Argia digitalean
Sentencia de Iruña-Veleia
Tomas Elortza Ugarte, Hernani, 28-06-2020 ARGIA
Hace cuatro meses que se celebró el juicio por el caso Iruña-Veleia y recientemente hemos conocido la sentencia. En periódicos, radios y televisiones hemos leído o escuchado titulares como «juicio, sentencia, grafitos falsos, petición de pena, multas, no a la cárcel». Ni qué decir tiene que esta sentencia habrá satisfecho el sentir de muchos y frustrado el de otros, el mío, entre ellos.
Desgraciadamente, hemos visto estas palabras mezcladas con Iruña-Veleia desde hace mucho tiempo, ¡desde hace 11 años! En realidad, Iruña-Veleia no era una cuestión judicial, sino una excavación arqueológica que venía desde 1994, y que tenía que ver con la prehistoria vasca, el euskera, el latín, el cristianismo… Pero surgieron y se reforzaron los rumores sobre la falsedad de algunos de los grafitos especiales allí aparecidos, hasta que en 2009 la Diputación Foral de Álava expulsó a todos los directivos y trabajadores de LURMEN que trabajaban en la excavación, y puso una querella contra Eliseo Gil.
Se proponían dos vías para aclarar el caso, pero se impuso una, la vía judicial. Durante 11 años, la Diputación Foral de Álava ha hecho un esfuerzo enorme por imponer su posición, tratando de demostrar que allí hubo una falsedad: informes de catedráticos de la UPV/EHU, dos instituciones de ámbito estatal (IPCE y ESCRBC), dos informes grafológicos, seis años de trabajo de la Ertzaintza y un informe policial de 700 páginas, con la complicidad de EITB y de los medios (con escasas excepciones), grandes sumas de dinero; contando con la indiferencia de los partidos políticos y el silencio de Euskaltzaindia, Eusko Ikaskuntza, Jakiunde y Universidades.
Aun y todo, el juicio promovido por la Diputación no ha logrado saber quién ha sido el falsificador, ni cuándo-dónde-cómo se han hecho las falsificaciones. ¡Un gran sidículo! Después de este fracaso hubiera sido normal que la juez del caso propusiera otra vía para aclarar el caso. ¡Qué va!
Me gustaría hacer algunas precisiones en torno a las preguntas dónde y cuándo. Es cierto que la mayoría de los grafitos aparecieron a la hora de lavar las piezas y de ahí han llegado a la conclusión de que es allí donde se falsificaban. Para saber la verdad hay que escuchar las dos versiones y voy a traer algunas ideas de la arqueóloga Idoia Filloy, que fue subdirectora de LURMEN: «La mayoría de los grafitos se identifican en el momento de lavar… El material arqueológico que se extrae del suelo suele estar sucio o muy sucio, dependiendo del material con que está compuesto… Cuando se nota algo especial en el grafito se le hace un lavado mecánico in situ y se coordina… Las piezas de un mismo estrato se guardan juntas, identificadas… Cuando en una zona aparecen muchos grafitos no se lavan hasta terminar la excavación… Los grafitos son pequeños…” (Ostracabase.com; quien quiera profundizar en el tema encontrará aquí mucho que aprender). Y si alguien piensa que se pueden hacer supuestas falsificaciones en un santiamén, que tome trozos de cerámica, hueso, ladrillo y vidrio y que haga la prueba, teniendo en cuenta que son más de 400.
La otra vía arriba mencionada, la segunda, es la propuesta desde el principio por LURMEN y recogida por ‘Iruña-Veleia Argitu’ en su Manifiesto y que dice: «1- Que laboratorios europeos especializados en Arqueometría analicen una muestra de las piezas. Sugerimos que sean tres laboratorios diferentes, y que se apliquen estrictamente los protocolos al uso para casos extraordinarios. 2- Que reconocidos arqueólogas/os, no vinculados a las partes, lleven a cabo excavaciones controladas en lugares próximos a los señalados por Lurmen como puntos de aparición de los grafitos”.
Esta vía ha sido obstaculizada, boicoteada y silenciada desde el principio, a pesar de que 140 personas conocidas en la cultura vasca y en otros ámbitos la han apoyado con su firma. Hay que señalar que solo un organismo ha reivindicado que no hay que tomar la vía judicial, sino la vía científica, y este organismo es ‘Euskararen Gizarte Erakundeen Kontseilua’. Hace 10 años que también se quiso hacer una prueba con un laboratorio especializado inglés: se les preguntó si podían llevar a cabo el estudio arqueométrico de algunos grafitos e incluso se les pidió presupuesto. Respondieron afirmativamente y enviaron un presupuesto de 10.000 €. Algunas personas se mostraron dispuestas a recaudar los 10.000 euros que pedía el laboratorio. Pero como los grafitos estaban en manos de la Diputación, cuando presentaron la propuesta ante la Diputación, esta se negó rotundamente, con varias excusas baratas. Al menos, hubiéramos tenido una visión científica seria.
Volviendo a otro punto de la sentencia, aunque no se sabe quién es el falsificador, se afirma que los grafitos son falsos. Antes del juicio eran 476 los falsos, durante el juicio eran 291 y después de la sentencia 36. ¿Y el resto? No se sabe, estarán en algún limbo. ¡Qué poco hemos sabido por los medios de comunicación sobre los que pueden ser verdaderos!. Por ejemplo, la sentencia dice textualmente sobre el grafito donde aparece el supuesto RIP (grafito número 12108 ): «La restauradora Paloma López Sebastián pudo comprobar que en la misma no pone RIP a pesar de parecerlo a simple vista, y a diferencia de lo que han manifestado otros expertos, incluyendo los peritos calígrafos de la acusación particular.» (pág. 142). O del grafito descubierto por las restauradoras de la Diputación (nº 2371, paloma y espiga). El periódico Berria también incluía en su número del 11 de junio una fotografía de otro (12799) con la explicación «Una pieza que las investigaciones han considerado auténtica».
Esta vía judicial ha sido estéril. Probemos con los laboratorios (arqueometría, C14, isótopos, termoluminiscencia, análisis físicos y químicos…); hagamos excavaciones controladas con arqueólogos imparciales (aún no se ha excavado el 90% de la zona); que los expertos en cuestiones legales analicen si en este juicio ambas partes han tenido la misma oportunidad, y si procede aplicar a Eliseo el ‘delito de omisión’ y la ‘autoría mediata’… Cada una y cada uno de nosotras/os puede también hacer la prueba y formarse un criterio propio buscando información.
Pero, por favor, ¡que no deshagan los grafitos!
Tomas Elortza Ugarte
Hernani, 28-06-2020
Fuente: https://www.argia.eus/albistea/iruna-veleiako-sententzia
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